Esta bueno cuando no es completo porque lo disimulas bien, dentro de todo, con quien querés lo disimulas, con quien no querés realmente no lo disimulas un carajo, porque sos un gil y estas loco, mas loco que un coco en un pote lleno de helado de sambayón, mientras escuchas mi zamba, mi zamba sera sincera, sin duda, la vez que mas hable fue por efecto de mi causa y te lo canté, así, ¿cundo me va a contestar? ya no me interesa lo que me diga, quiero que sepa, querido señor jack, no tengo ganas ni de tomarme este café que usted me invito, no quiero que me invite nunca mas ningún café, quiero que se vaya de aquí y se ponga un suéter azul, y como todos ya sabemos caerá por la ventana libertad.
Libertad.
Ventana, esa ventana que uno nunca sabe si esta abierta o cerrada, porque no sabe lo que es verdaderamente que esté abierta, a lo mejor puede deducirlo por contexto o por saber lo que es que este cerrada completamente. Pero la gente, esa gente que la tiene generalmente entreabierta, nunca sabrá lo que es la libertad en todo su esplendor, quizás no lo necesite tampoco, pero a veces es bueno una libertad, una paz por un tiempo.
Quizá todo se simplifique en alejarse un rato de todo, irse lejitos lejitos a una casa al lado de lago y pescar, y pescar y soñar, y olvidarse de todo.
Cuando extrañamos a alguien no somos libres, porque ese pensamiento lo tenemos preso en nuestra cabeza y si lo extrañamos hasta llorar nos hace muy mal, y es muy feo, porque somos presos de ilusiones y muy ilusos, y hasta escribimos cartas anónimas a algunos que nadie va a leer, si nos vamos a pescar y no tenemos libertad de extrañación, nos romperemos la cabeza pensando y llorando, porque allá lejos seguramente no tendremos nada que hacer.
Y mucho que ver. Y mucho por pensar. Y mucho por romper.
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