Me voy a tirar al río cuando me despierte, cuando termine este sueño voy a poder soñar otros, y es importante que sean estos y no otros porque los otros pueden ser pesadillas pueden hacerme sentir mal y sentir más lo que sueño, aunque no lo recuerde, siempre queda una secuela, una secuela para la vida una secua llena de energía, una secuela que no para de hacer ruido con cada una de las teclas que presiona cuando escribe en la maquina, y escribe tan rápido que ni sabe lo que escribe, pero en la hoja queda plasmado lo que quiere decir, a veces se confunde porque se da cuenta de que escribe rápido, y sus manos son como pequeños duendes o cuerdas de piano que se manejan por instinto sin saber lo que hacen, pero hacen lo que quieren, hacen lo que les indica el cerebro, aunque pierdan el sentido.
Es todo muy extraño, como el cerebro puede hacer que estas teclas escriban lo que quiero, sin darme cuenta lo que escribo y sin sentir mis dedos en este momento, porque se mueven tan rápido como un tren que aparecen y desaparece, en todos lados y en ninguno, que aprietan todas la teclas y ninguna a la vez, y tienen calor pero no se sienten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario