Hoy me habló un hombre en la parada del colectivo. El otro día también estaba, y creo que también dijo algo, no sé, no lo oí o no quise oírlo, generalmente la gente que me habla en la calle me da temor, me inhibe, no sé como reaccionar. Aunque simplemente me pregunte la hora, he mentido, eh dicho que no tenía reloj, porque era lo primero que me salía, he esquivado gente y he hecho que no escuchaba preguntas. Aquí estoy y no siento culpa ni por robar mandarinas ni por decir que no tengo reloj, no puedo hacer nada más, sólo ver a la gente pasar, de un instante a otro, entran y salen de tu vida, son algo y después ya no son nada, o siguen siendo algo por mucho tiempo, pero en general van y vienen, ninguno se queda, todos con una cultura nómade van desapareciendo de a poco, sin que te des cuenta, y es que si, no te das cuenta, mientras uno se va yendo otro va llegando y así los vas reemplazando, aunque no te guste esa palabra, los vas cambiando, ninguno vale mas que ninguno, o si, pero a veces no queres decirlo, algunos viven cerca y después se van lejos, lejos, mientras que unos pueden vivir siempre a mitad de camino y otros pueden mudarse constantemente. Podes tener un vecino que de pronto se va a vivir a la luna y de pronto es tu vecino de nuevo, y de pronto vive a 20 cuadras y de pronto es tu vecino y de pronto se va a la luna en su viaje de ida, o vos te vas a la luna, pero de cualquier modo ninguno saca boleto de vuelta. Y así vamos y volvemos, o vamos. Van y vuelven. O van. O vuelven.
2 comentarios:
yo no me voy a ir, quiero quedarme con voos
mirá mi blog.
Este texto es increíble! Me encantó :)
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